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El cañón
de Añisclo (Huesca)
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El cañon de Añisclo, en la provincia de Huesca, es
una de los cuatro valles que tienen al Monte Perdido en su cabecera.
Es un largo y estrechísimo desfiladero con orientación
norte-sur, recorrido por el río Bellós. El gran desnivel
entre el punto más bajo y el más alto, junto con la
alta humedad, crean un clima único donde la vegetación
es variadísima y muy frondosa, por lo que andarlo es una completa
delicia.
Para recorrelo lo más sencillo es ir en coche hasta la zona
de San Úrbez, cerca de Nerín. Junto a la carretera hay
una pequeña zona de aparcamiento. La ruta comienza en una curva
de la carretera, donde un cartel indica los tiempos aproximados de
camino: Cumaz (1h), Selva Plana (2h), La Ripareta (3h), Fuenteblanca
(5h), Collado de Añisclo (7h).
El comienzo es un camino ancho que pronto cruza el río en el
llamado Puente de San Úrbez (980 m), y al poco llega
a la ermita del mismo nombre, construída sobre la misma roca.
Algo más adelante se llega al puente Sagún, donde acaba
la pista ancha y comienza una senda por el margen derecho del río.
Esta primera parte coincide con un tramo del GR-15.
La senda discurre a lo largo del cañón, en subida constante,
atravesando un precioso bosque. Se aleja y acerca al cauce del Bellós,
que siempre se oye. Hay varias cascadas, y en los remansos se forman
pozas donde al agua aparece de diversos tonos verdes que sorprenden
al caminante.
Tras un buen rato andando, siempre con arbolado, se llega a la Ripareta
(1420m), pequeña pradera a nivel del río en una
de las pocas partes que el cañón se abre un poco. Por
el oeste vemos un barranco que se une al de Añísclo,
llamado de la Pardina.
La senda continúa hacia el norte, por una zona angosta llamada
Los Estrechos, donde volvemos a encontrar estupendas cascadas, hasta
una pasarela que cruza el río y que une la senda por la que
venimos con el GR-11. Estamos en la zona llamada Fuenblanca, a 1680m.
Un poco más arriba hay una surgencia de agua con una caída
de varias decenas de metros.
Si tomamos el GR-11 hacia la izquierda (oeste) llegaríamos
al refugio Góriz. Si tomamos el GR-11 a la derecha (NNE) llegaríamos,
tras fuerte subida, al collado de Añisclo, por el margen izquierdo
del Bellós. Lo normal, para rutas de un único día,
es dar media vuelta en la Fuenblanca y volver por el mismo camino
hasta los coches.
El cañón de Añisclo es un verdadero jardín
botánico, con espectaculares paisajes y un bellísimo
río de agua cristalina a lo largo de él. Una joya del
Pirineo que no se puede dejar de visitar.
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