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MIS SEIS D�AS EN EL CAMINO DE
SANTIAGO
Alicia Fernández. Agosto 2003
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�Varios a�os aplaz�ndolo!. Siempre surg�a algo que me imped�a realizarlo;
pero estaba ah�, pendiente. "Alg�n d�a no encontrar� obst�culos para
empezar el "camino": mis hijos, a los que tantas veces puse de excusa
para no hacer... �tantas cosas!, al resto de mi familia, a mi trabajo,...�tantas
cosas! �tantas y tantas justificaciones para no arrancar!
Este a�o me lo propuse y lo hice. Record� las palabras de un amigo:
"Donde hay voluntad hay un camino, �s�guelo!". Gracias a �l y a sus
buenos consejos, y gracias a una amiga que se anim� a hacerlo conmigo,
me las arregl� para organizarme seis d�as de la Ruta Jacobea. (Ruta
que terminar� en otras vacaciones hasta llegar a Santiago de Compostela).
En mi opini�n tres cosas fundamentales hay que tener en cuenta antes
de iniciar El Camino: El Camino debe iniciarse en soledad.
No se trata de hacer turismo, sino peregrinaje. Lo haces solo, pero
encuentras compa�eros de camino; algunos van, otros vuelven, t� sigues.
El Camino debe ser largo, no valen dos, tres, cuatro d�as.
Incluso seis son pocos. El Camino debe hacerse lo m�s austeramente
posible. Y �por qu� estas tres cosas? Porque se trata de olvidarte
de todo lo que te ocupa y te preocupa en tu vida diaria, y se trata
adem�s de no llenar la mente de cosas nuevas, incluso de cosas del
propio Camino, como de las personas que te encuentres en �l, de las
molestias musculares o articulares, de las mudas de ropa que lleves,...
etc. Se trata de callarte a ti mismo, callar las preocupaciones
tanto como los proyectos. Se trata de estar en el instante presente,
el famoso "aqu� y ahora". Algunos necesitar�n siete d�as, otros un
mes. En un momento puede lograrse.
Algo me repet� a menudo durante el Camino, algo que dijo un joven
peregrino: "Mientras caminas...preoc�pate sólo del Camino".
�Esa es la clave, no hay que hacer nada m�s! Y ese consejo recibido
es mi consejo para los que aún no lo hayan hecho y lo est�n
pensando.
Por supuesto que ciertas cosas deben estar algo programadas, como
el agua, algo de comida, o el cuidado de los pies. Me he dado cuenta
de que El Camino puede hacerlo quien quiera, al margen de su
edad o condiciones f�sicas; tan sólo hay que encontrar el ritmo
de cada uno, elegir una �poca del a�o adecuada, poner voluntad y perseverancia.
He observado cómo lo hac�an personas inv�lidas en silla de
ruedas. Yo misma, 49 a�os, no llevo más que unos meses haciendo
senderismo con el grupo -lo que para m� han sido seis u ocho excursiones-,
un poco de yoga, una cajetilla de tabaco diaria y alguna ca�ita de
cerveza, �todo perfectamente compatible!
Desde luego, en cualquier libro sobre el tema o personas a las que
preguntes, te dir�n que debes tener buena preparaci�n f�sica, algunos
incluso te dir�n que debes estar caminando unos 15 � 20 kms diarios
y con mochila de ocho o diez kilos al menos un mes antes de iniciar
el camino. Mi experiencia es que, con buen tiempo, con seis kilos
hay más que suficiente. Desde luego si lo haces las agujetas
ser�n menores, te cansar�s menos, pero �por qu� no hacerlo de todos
modos? Las agujetas las superar�s en tres d�as de camino, as� como
las molestias de espalda. A medida que sigues andando las molestias
van desapareciendo. �El peso de la mochila? No importa cómo
inicies el camino, ir�s aligerando peso a medida que pasen los d�as.
Desde luego te preguntar�n cuánto has tardado, cuántos
kil�metros has hecho. Procura no pensar en ello, preoc�pate sólo
del camino.
En cuanto a mis etapas, empec� en Santo Domingo de la Calzada
(La Rioja) y acab� el sexto d�a en Carri�n de los Condes (Palencia),
es decir que no camin� entre paisajes verdes, sino que atraves� mesetas
y mesetas de campos llanos, interminables, de rastrojos de trigo dorados,
que hace a�os fueron verdaderos pedregales y de los que la mano del
hombre hizo esos admirables campos de cereal. As� que en mi recorrido
no tuve grandes ascensos; fueron etapas largas, de 27-30 kil�metros,
con fuerte viento del poniente (es decir de cara). En principio seguimos
las etapas de la gu�a editada por El Pa�s/Aguilar, lo que me hizo
darme cuenta, ya el primer d�a, de que mi camino no pod�a hacerlo
as�: yo no pod�a hacer el camino de otros, nadie debe hacerlo. As�
que, tras hablarlo con mi amiga, decidimos en lo posible hacer cada
una el nuestro, procurando reunirnos en el mismo albergue por las
noches. La gu�a como referencia solamente y dejarme llevar...
�Experiencias a comentar del Camino? Sobre los peregrinos: much�simos
extranjeros: brasile�os, italianos, franceses y alemanes; entre los
espa�oles, vascos, catalanes, valencianos, murcianos, madrile�os y
algunos andaluces. Observ� que los extranjeros hac�an el camino en
solitario; también los espa�oles, exceptuando los andaluces
y algunos madrile�os, que tal vez debido a su personalidad, iban en
parejas o tr�os. Tenían en com�n, que ven�an todos desde el
Pirineo. Con algunos de ellos hice espacios de camino para recordar
y espacios de tertulia y risas por la noche. Entre los lugares especiales
en este recorrido est� el refugio de Arroyo San Bol (Burgos),
a 24 kms. de la capital y a 5 antes de llegar a Hontanas. Despu�s
de haber andado de cinco y seis horas entre campos amarillos, aparece
este oasis, sin luz el�ctrica y sin agua corriente, pero con una fuente
de agua clara que llena un estanque donde los antiguos peregrinos
ba�aban sus pies. El lugar invita al descanso y la meditaci�n; aconsejo
quedarse a dormir en el peque�o albergue. Entre Hontanas y Castrojeriz
(Burgos), se encuentra otro lugar m�gico, el viejo convento de
San Ant�n, ruinas g�ticas sobre bases rom�nicas, en donde el hospitalero
hac�a una sencilla labor de ingenier�a para que los peregrinos pudieran
mojarse los pies en el agua de un peque�o arroyo que pasa por las
ruinas. Aconsejo sobre todo a aquellos que den al camino un sentido
espiritual quedarse a dormir y participar a la luz de las estrellas
de las tertulias. Otro lugar para m� especial fue Villalcazar de
Sirga (Palencia), por el encanto de la hospitalera del albergue,
Maite, y por la maravilla de su iglesia Santa Mar�a la Blanca.
En estos tres lugares que se�alo, no pude quedarme a pasar la noche,
pues los encontr� reci�n iniciadas las etapas del d�a, pero descans�
y charl� con los hospitaleros. Si alguna vez peregrin�is por ah� intentad
hacer noche, son lugares especiales. ¿Y qué m�s decir?
Sólo lo que los monta�eros sab�is ya, despu�s de horas de caminar
y esforzarse f�sicamente: cuando la mente se relaja y ya nada controla,
aparece la "magia" en cualquier instante y en cualquier lugar; un
�rbol, una aldea, alguien... que nunca los viste as�, te aparecen
en toda su plenitud. Y para que esto surja tan sólo aquel consejo:
"Cuando camines, preoc�pate sólo del camino".
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